Parashat Tetzaveh

Dos textos bíblicos son claves para el siguiente estudio. Uno de la parashah Tetzavé y el otro de la carta a los hebreos o judíos mesiánicos interpretando el anterior.

El texto de la parashah Tetzavé lo tomamos de Shemot 28:1. Dice así:

«Harás que se acerque ( הַקְרֵב, haqrev) a ti, de entre los hijos de Israel (מִתּוֹךְ בְּנֵי יִשְׂרָאֵל, mitoj bené Israel), tu hermano Aharón y sus hijos con él, para que Aarón y sus hijos Nadav, Avihú, Eleazar e Itamar me sirvan como sacerdotes

 De la Brit HaJadashah el texto es Heb 5:1-10: 

 1) Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Eloha se refiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados; 2) para que se muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de debilidad; 3) y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por sí mismo como también por el pueblo. 4) Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Eloha, como lo fue Aarón. 5) Así tampoco Mashíaj se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy (Ps 2:7). 6) Como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Malkitzedeq (Ps 110:4). 7) Y Mashíaj, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. 8) Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9) y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; 10) y fue declarado por Eloha sumo sacerdote según el orden de Malkitzedeq.

 

Mirando en su conjunto estos 10 versos, encontramos que las calificaciones para el oficio de Kohen Gadol dentro del marco del sistema levítico de los Kohanim incluye la habilidad de simpatizar con el pueblo y la escogencia divina (vv. 1-4). Luego los versos 5-10 nos muestran cómo Ieshúa llenó estos requisitos.

Según los versos 2-3 los kohanim levíticos podían entrar en empatía con aquellos por los cuales intercedían, porque participaban de la debilidad humana de estos últimos en que, tanto el intercesor como por el que se intercedía habían pecado. Ieshua no pecó, pero pudo simpatizar porque sufrió la tentación sin caer en ella.

El verso 4 nos dice que fue llamado por Eloha, de la misma manera como Aharón lo fue como lo vimos en Shemot 28:1. Véase también Vaiqrá 8:1ss.; Bemidbar 16:5[1]; 17:5[2]; 18:1ss.; Ps 105:26[3]. Los sucesores de Aharón también fueron señalados por el Eterno, Bemidbar 20:23ss.; 25:10ss[4]

El verso 5 nos dice hoy te he engendrado o Hoy he venido a ser tu padre. F.F. Bruce (The Epistle of Hebrews ad hoc.) sugiere que esto se refiere al “día de la entronización del Mesías”, el día cuando el Altísimo hizo reconocimiento público que había exaltado a Ieshua crucificado como “Adón y Mashiaj” (Hch 2:36[5]). Se puede ver también Heb 1:5[6] y Hch 13:33-34[7] los cuales citan el mismo pasaje del Salmo 2.

El verso 6 nos dice de Ieshúa que es sacerdote eternamente según el orden de Malkitzedeq. Esto nos podría llevar a pensar que hay un orden de sacerdotes del cual Malkitzedeq fue el fundador. La idea más bien es decir que Ieshúa es un sacerdote comparable con Malkitzedeq.

Malkitzedeq (el nombre en hebreo significa “mi rey es justo”) aparece por primera vez en Bereshit 14:18 a la vez como el sacerdote de El Elión (el Eloha Altísimo) y como rey de Shalem, identificado con Ierushalaim (Heb 7:1-4[8]). En el judaísmo, en general, la realeza y el sacerdocio estaban separados. Shaul, el hijo de Kish, fue el primer rey; después de él vino David y todos los reyes de Iehudah, pues desde entonces han sido de la casa de David (incluyendo a Ieshúa). Por otro lado, la línea sacerdotal corrió desde Aharón, el hermano de Mosheh. Así en Zejariah (Zacarías) 6:13 hay una referencia a dos personas, El edificará el templo de IHWH, y él llevará gloria, y se sentará y dominará en su trono, y habrá sacerdote a su lado; y consejo de paz habrá entre ambos; por el contexto estos son el gobernador Zerubabel (de la casa de David) y Ieshúa el Kohén Hagadol (un descendiente de Aharón). Ieshúa HaMashíaj ha de ser comparado con Malkitzedeq porque en él, el sacerdote judío y el rey judío se unifican en una persona[9]

Los versos 7 al 10 amplían lo que ya se había dicho en Heb 2:17, Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Eloha se refiere, para expiar los pecados del pueblo; y en Heb 4:15, Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Así estos versos expresan la empatía de Ieshúa con los seres humanos porque se hizo uno de nosotros, pero, a diferencia de nosotros, fue completamente obediente a Eloha.

El ofrecer ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas nos debe recordar lo que hizo Ieshúa en el Jardín de Gat Shemanim, como se nos reporta en Mt 26:36-46 y Lc 22:39-46. Puedes de pronto pensar que no fue oído a causa de su temor reverente, puesto que el que le podía librar de la muerte no lo hizo. Pero lo que oró fue que fuese hecha la voluntad de Eloha, y de acuerdo al Tanaj (véase 1Cor 15:34[10] y Mt 26:24[11]) fue la voluntad de Eloha que Ieshúa muriera, el justo por el injusto (1Kefa 3:18[12]), para que pudiera ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen.

Aunque él fue el “iniciador” (o “pionero”) y el “perfeccionador” de nuestra fe (Heb 12:2[13]) y de la obediencia implicada por esta fe (Rom 1:5[14]; 16:26[15]), no fue el pionero del camino de obediencia para todos los que le obedecen utilizando un poder divino de los cielos, aunque era Hijo. Por el contrario, se vació a sí mismo de ese poder (Fil 2:6-8[16]) y por lo que padeció aprendió la obediencia (la palabra griega padeció implica específicamente el sufrimiento de la muerte. Vea una confirmación de esta idea en Heb 2:9-10[17]). Solo de esta manera consiguió el objetivo de ser “el primogénito (de la muerte) entre muchos hermanos” (Rom 8:29[18]; 1Cor 15:20[19]) y nuestro perfecto Kohen Hagadol para ser comparado con Malkitzedeq

Y habiendo sido perfeccionado es la traducción que se suele dar en el verso 9 pero que tiene el sentido de habiendo conseguido el objetivo. Véase Heb 7:11[20]. Ieshúa no fue imperfecto; más bien fue la meta del Eterno tener a Ieshúa como nuestro perfecto Kohen Gadol, totalmente representativo e identificado con la condición humana (Heb 4:15[21]). A través de su sacerdocio celestial vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen, como se desarrollará en los capítulos 7 a 10 de Hebreos.

Así que al contrario de lo que dice el Sidur Bircat Shlomó “ya no tenemos más kohen en su servicio” (p.30) tenemos el kohen gadol perfecto que intercede por nosotros. Un kohen que comprende nuestras debilidades, pues participó de nuestra debilidad, pero no pecó. Un kohen que fue escogido por el mismo Eterno de entre todos nosotros. Un kohen que presentó al Padre como ofrenda de expiación de nuestros pecados su propia vida al morir en el madero. En fin, un kohen que, con su sufrimiento, nos sirvió de modelo para servir al Eterno sin excusa de que no es que no podamos. En fin, un kohen que fue constituido como el “camino para venir al Padre”.

                                                                                                                                     

[1] y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará IHWH quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él; al que él escogiere, él lo acercará a sí.

[2] Y florecerá la vara del varón que yo escoja, y haré cesar de delante de mí las quejas de los hijos de Israel con que murmuran contra vosotros.

[3] Envió a su siervo Mosheh, Y a Aarón, al cual escogió.

[4] Finees hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha hecho apartar mi furor de los hijos de Israel, llevado de celo entre ellos; por lo cual yo no he consumido en mi celo a los hijos de Israel. 12 Por tanto diles: He aquí yo establezco mi pacto de paz con él; 13 y tendrá él, y su descendencia después de él, el pacto del sacerdocio perpetuo, por cuanto tuvo celo por su Eloha e hizo expiación por los hijos de

Israel.

[5] Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Ieshua a quien vosotros crucificasteis, Eloha le ha hecho Adón y Mashiaj.

[6] Porque ¿A cuál de los ángeles dijo Eloha jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy?, y otra vez: ¿Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo?

[7]  la cual Eloha ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Ieshua; como está escrito también en el salmo segundo: Mi hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.

[8] Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Eloha Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, 2 a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; 3 sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Eloha, permanece sacerdote para siempre. 4 Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín.

[9] Podría pensarse que este es un jidush (una innovación) al presentar la idea de rey y sacerdote combinados en una persona. Pero no es así. Entre los Rollos del Mar Muerto el documento de una página conocido como 11Q Melk es único en la literatura judía temprana en presentar un cuadro de Malkitzedeq muy similar al del autor de la Carta a los Hebreos de la Brit HaJadashah.

[10] Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Mashiaj murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras;

[11] A la verdad el Hijo del Hombre va, según está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del Hombre es entregado! Bueno le fuera a ese hombre no haber nacido.

[12] Porque también Mashiaj padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Eloha, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;

[13] Puestos los ojos en Ieshua, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Eloha.

[14] Y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;

[15] pero que ha sido manifestado ahora, y que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Eloha eterno, se ha dado a conocer a todas las gentes para que obedezcan a la fe,

[16] el cual, siendo en forma de elohim, no estimó el ser semejante a Eloha como cosa a que aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.

[17] Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Ieshua, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Eloha gustase la muerte por todos. 10 Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten que, habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.

[18] Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

[19] Mas ahora Mashiaj ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.

[20] Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico (porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Malkitzedeq, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?

[21] Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.