Parashat Lej Lejá

Este es mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu descendencia después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros.

 

Génesis 17:10

 

En el estudio de la parashat Lej Lejá estudiamos el precepto a los bené Iehudah, a los “israelitas” de Bereshit de circuncidarse para hacer parte del Pacto abrahámico. Dijimos que desde esta parashah se pasa de un contexto universalista a uno nacionalista, donde las mitzvot del Eterno son para los bené Iehudah y, solo después de un juicioso escrutinio, ver si se aplican o no y como a los bené Avraham. ¿Se aplica el precepto de circuncisión a los bene Nóaj, que por su fe en el Elohim de Israel y en su Mashíaj Ieshúa, han pasado a ser bené Avraham, y como tales a formar parte de Israel sin estar circuncidados?

 

¿Cómo se explica que los bene Iehudah se deben circuncidar para ser parte de Israel y gozar de las promesas del pacto, mientras que los bene Nóaj, por el solo hecho de creer en el Elohim de Israel y en su Mashíaj Ieshúa, no tengan que cumplir con esta mitzvah, para ser bené Avraham, hacer parte de Israel y gozar de las promesas del pacto dadas por el Eterno? ¿O serán ciudadanos de segunda que no gozarán de todos los derechos?

 

Tres fueron las citas de la Berit HaJadashah con que finalizamos la parashah para ver cómo se aplicaba esa mitzvah a los bené Avraham y fueron las siguientes: 

 

Y si vosotros sois de Mashíaj, ciertamente linaje de Avraham sois, y herederos según la promesa.

(Gálatas 3:29)

 

Y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Elohim.

(Romanos 2:29)

 

En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Mashíaj.

(Colosenses 2:11)

 

Con la primera cita queríamos iniciar el tema partiendo de la base que los bené Avraham hacen parte de Israel. Como parte que son de Israel deberían entonces circuncidarse.

 

Con la segunda cita, estamos tratando de resolver el problema mostrando que la verdadera circuncisión es la del corazón no la ritual.

 

Con la tercera cita estamos mostrando cuándo los bené Avraham realizan esta circuncisión.

 

Iniciemos entonces nuestro estudio mediante la exégesis de estos pasajes.

 

Y si vosotros sois de Mashíaj, ciertamente linaje de Avraham sois, y herederos según la promesa.

(Gálatas 3:29)

 

Seas judío o gentil, si perteneces al Mashíaj, eres simiente de Avraham en estos sentidos: 

 

  • Eres uno con el Mashíaj que es la «simiente» en el sentido midráshico del v. 16 de Gálatas 3:

Ahora bien, a Avraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es el Mashíaj.

 

  • Al tener el mismo tipo de confianza fiel que tenía Avraham, ustedes mismos demuestran ser sus descendientes espirituales (Gálatas 3: 7, 9):

Sabed, por tanto, que los que son de fe, estos son hijos de Avraham. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Avraham.

 

  • Son unidos a Israel (Gálatas 6:16), que es la simiente física de Avraham:

Y a todos los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea a ellos, y al Israel de Elohim.

 

De esta forma sois herederos de acuerdo con la promesa de Gálatas 3: 8,18: 

 

Y la Escritura, previendo que Elohim había de justificar por la fe a los gentiles, dio de antemano la buena nueva a Avraham, diciendo: En ti serán benditas todas las naciones. Porque si la herencia es por la parte legal de la Torah, ya no es por la promesa; pero Elohim la concedió a Avraham mediante la promesa.

 

¿Son los gentiles hijos de Avraham en todo su derecho, o son hijos de segunda clase? 

 

¿Puede un gentil hablar de Avraham como su padre? Lo siguiente, condensado de la muy conocida «Carta a Ovadiah el Prosélito,» de Rambam se cita en extensión porque sus sentimientos son tan precisamente apropiados, con tal de que uno se la imagine como escrita a un seguidor gentil de Ieshúa en lugar de un converso al judaísmo. 

 

«Usted me pregunta si se le permite decir en las oraciones, ‘Elohim de nuestros padres,’ y ‘Tú que hiciste milagros para nuestros padres.’ Sí; usted puede decir su bendición y oración de la misma manera como cada nacido judío. Esto es porque Avraham avinu reveló la verdadera fe y la unicidad de Elohim, rechazó la idolatría, y trajo a muchos hijos bajo las alas de la Shejinah [véase Bereshit 18:19][1]. Desde entonces quienquiera adopte el judaísmo y confiese la unicidad del Nombre Divino, como está prescrito en la Torah, es contado entre los discípulos de Avraham avinu, paz hacia él. De la misma manera cuando él convirtió a sus contemporáneos por sus palabras y enseñanza, él convierte las generaciones posteriores por el pacto que dejó a sus hijos y a su casa después de él. Así Avraham avinu es el padre de su posteridad piadosa que guarda sus caminos, y el padre de sus discípulos y de todos los prosélitos que adoptan el judaísmo. 

 

«Desde que usted ha venido bajo las alas de la Shejinah y reconocido al Señor, ninguna diferencia existe entre usted y nosotros, y todos los milagros hechos a nosotros, han sido hechos, como lo fueron, tanto a nosotros como a usted. Así se dice en el libro de Ieshaiahu, ‘No diga el hijo del extranjero que sigue a Adonai, «Adonai me ha separado completamente de su pueblo'» (Ieshaiahu 56:3). No hay ninguna diferencia en absoluto entre usted y nosotros. 

 

«Sepa que nuestros padres, cuando ellos salieron de Egipto, eran principalmente idólatras; se habían mezclado con los paganos en Egipto y habían imitado su manera de vivir, hasta que el Santo, Bendito Él, envió a Mosheh Ravenu [Moisés nuestro maestro], quién nos separó de las naciones, nos trajo bajo las alas de la Shejinah a nosotros y a todos los prosélitos, y dio una Torah a todos nosotros. 

 «No considere su origen inferior. Mientras nosotros somos los descendientes de Avraham, Itzjaq y Iaaqov, usted deviene de él por aquella palabra por la que el mundo fue creado. Cuando Ieshaiahu escribe, ‘Este dirá, «Pertenezco a Adonai,» mientras otro se llamará por el nombre de Iaaqov'»

(Ieshaiahu 44:5) 

 

Shaúl es igualmente insistente en la plena igualdad de los gentiles creyentes en el Mashíaj. En otras palabras, los bené Avraham no necesitan hacerse bené Iehudah para ser parte de Israel.

 

Pasemos ahora al segundo pasaje sobre la verdadera circuncisión:

 

Y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Elohim.

(Romanos 2:29)

 

Quisiera colocar todo el pasaje desde el verso 28 en su versión griega con una versión literal:

 

οὐ γὰρ ὁ ἐν τῷ φανερῷ Ἰουδαῖός ἐστιν, οὐδὲ ἡ ἐν τῷ φανερῷ ἐν σαρκὶ περιτομή· ἀλλ’ ὁ ἐν τῷ κρυπτῷ Ἰουδαῖος, καὶ περιτομὴ καρδίας ἐν πνεύματι οὐ γράμματι, οὗ ὁ ἔπαινος οὐκ ἐξ ἀνθρώπων ἀλλ’ ἐκ τοῦ Θεοῦ.

 

Ou gar o en to fanero Ioudaios estin, oudé he en to fánero en sarkí peritomé. All’ o en to kripto Ioudaios, kai peritomé kardías en pneúmati ou grámmati, ou o epainos ouk ex antrópon all’ ek tou Teou

 

«Porque no él en-lo-visible judío es, y no la en-lo-visible en carne circuncisión. Sino, el en-lo-interior [es] judío; y circuncisión de corazón, en espíritu, no [en] letra; de quien la alabanza [es] no de hombres sino de Elohim.» 

 

No voy a adentrarme en este momento en el asunto de quién es un verdadero judío. Tremendo tema y aquí está la respuesta de Rav Shaúl. Quiero centrarme en el tema de la circuncisión.

 

La verdadera circuncisión no solo es externa y física: «la circuncisión no es una cuestión de jactancia sobre el hecho de que se ha realizado una operación física.» La verdadera circuncisión es del corazón, espiritual no literal. La metáfora de la circuncisión de corazón es del Tanaj. Por ello en el judaísmo la circuncisión no es simplemente circuncisión, sino la “circuncisión del pacto” (Berit milah) para recordarnos que es un acto de inicio de consagrarse al Eterno.

 

Por un lado, la circuncisión, tomada como símbolo de ser judío, pero en particular evocando el pacto con Avraham, es ciertamente valiosa, como se explica en Romanos 3:1-2[2]; 9:4-5[3]; 11:11-32, pero sólo si usted hace lo que la Torah dice. ¡Pero si usted es un transgresor de la Torah, su circuncisión se ha vuelto incircuncisión! Usted ha botado toda su judeidad simbolizada. Despreciando a Elohim y a su Ley usted corta espiritualmente con todo lo que lo unía a las promesas de Elohim y a su pueblo, aunque las ataduras biológicas y culturales permanecen. La realidad detrás del símbolo ha partido. 

 

Por otro lado, si un hombre incircunciso, un gentil, guarda los requerimientos de rectitud de la Torah, su incircuncisión física le será contada como circuncisión espiritual, «la circuncisión del corazón». La imagen viene de:

 

Entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado

Vaiqrá 26:41

 

Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz

Devarim 10:16 

 

Devarim 30:6: 

 

Y circuncidará Adonai tu Elohim tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Adonai tu Elohim con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas; 

 

Irmiahu 9:24-25(25-26): 

 

He aquí que vienen días, dice Adonai, en que castigaré a todo circuncidado, y a todo incircunciso; a Egipto y a Judá, a Edom y a los hijos de Amón y de Moab, y a todos los arrinconados en el postrer rincón, los que moran en el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas, toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón. 

 

Él gentil se volverá entonces un heredero de las promesas del pacto con Abraham. 

 

Queda claro entonces que la circuncisión que busca el Eterno no es algo meramente ritual sino algo que es mucho más significativo para él: la circuncisión del corazón. No pensemos que, por decir, circuncisión del corazón, o circuncisión espiritual, no es real para el Eterno. Lo espiritual es real, como lo puede ser la circuncisión física. Pero esto nos lleva al tercer texto.

 

En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Mashíaj (Colosenses 2:11).

 

Pero para explicar este texto vale la pena tener todo el contexto que es el pasaje desde los versos 11 a 15:

 

Colosenses 2:11 También fue en unión con él que fuisteis circuncidados con una circuncisión no hecha por manos humanas, sino lograda despojando el control de la vieja naturaleza sobre el cuerpo. En esta circuncisión realizada por el Mashíaj, fuisteis enterrados junto con él al ser sumergidos; y en unión con él, también fuisteis levantados junto con él por la fidelidad de Elohim que operó cuando resucitó a Ieshúa de entre los muertos. Estabais muertos a causa de vuestros pecados, es decir, por vuestro «prepucio», vuestra antigua naturaleza. Pero Elohim te hizo vivir junto con el Mashíaj perdonándoos todos vuestros pecados. Borró la factura de cargos contra nosotros. Debido a las regulaciones, se mantuvo como un testimonio contra nosotros; pero la quitó clavándola a la estaca de ejecución. Despojando a los gobernantes y a las autoridades de su poder, hizo un espectáculo público de ellos, triunfando sobre ellos por medio de la estaca.

 

En el tiempo del Shaúl, los tres elementos de iniciación de un prosélito gentil en el judaísmo consistían en que (si era hombre) se circuncidara, se hiciera una inmersión en una mikveh («baño ritual») y ofreciera un sacrificio en el Templo. (En el judaísmo ortodoxo de hoy lo último es discutible porque no hay templo donde sacrificar, pero los otros dos elementos permanecen como requisitos para los conversos.) Estos tres elementos se establecen en los versos 11-15 del capítulo 2 de Colosenses, como que han sido efectuados para los gentiles que confían en Ieshúa, a pesar de que no se han vuelto judíos.

 

Según el v.11, ustedes los creyentes gentiles fueron circuncidados espiritualmente, no físicamente, ya que era una circuncisión no realizada por manos humanas, sino hecha por el Mashíaj, el mohel (en hebreo, «el circuncidador») espiritual del creyente. Utilizando lenguaje gráfico, Shaúl explica que esta circuncisión espiritual consistió en la eliminación no del prepucio literal del Mashíaj, sino de lo que representa, el control de la vieja naturaleza sobre el cuerpo. El verso 13a explicita la metáfora igualando el «prepucio» a los pecados de una persona y a su vieja naturaleza; uno solo necesita estar presente en una tradicional ceremonia judía de berít milah para entender muy bien la idea de «eliminar el prepucio.» 

 

Tal espiritualización de la circuncisión ritual no fue inventada por los escritores del Nuevo Testamento; el Tanaj hace lo mismo cuando habla de corazones incircuncidados (recordar los textos ya vistos de Vaiqrá 26:41; Devarim 10:16; 30:6): Iejezqel 44:6-7, 9: 

 

a Egipto y a Judá, a Edom y a los hijos de Amón y de Moab, y a todos los arrinconados en el postrer rincón, los que moran en el desierto; porque todas las naciones son incircuncisas, y toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón. (Irmiahu 9:26)

 

Y dirás a los rebeldes, a la casa de Israel: Así ha dicho Adonai el Señor: Basta ya de todas vuestras abominaciones, oh casa de Israel; de traer extranjeros, incircuncisos de corazón e incircuncisos de carne, para estar en mi santuario y para contaminar mi casa; de ofrecer mi pan, la grosura y la sangre, y de invalidar mi pacto con todas vuestras abominaciones. Así ha dicho Adonai el Señor: Ningún hijo de extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne, entrará en mi santuario, de todos los hijos de extranjeros que están entre los hijos de Israel (Iejezqel 44:6-7,9) 

 

Esta espiritualización de la circuncisión ritual no fue inventada por los escritores del Nuevo Testamento; el Tanaj hace lo mismo cuando habla también de orejas incircuncisas, para expresar que no quieren escuchar y obedecer al Espíritu del Eterno: 

 

¿A quién hablaré y amonestaré, para que oigan? He aquí que sus oídos son incircuncisos, y no pueden escuchar; he aquí que la palabra de Adonai les es cosa vergonzosa, no la aman.

(Irmiahu 6:10)

 

Sin embargo, es posible tener otra comprensión de la metáfora. Las frases griegas traducidas como «control de la vieja naturaleza sobre el cuerpo» y «vuestra vieja naturaleza» literalmente, son, «el cuerpo de la carne» y «vuestra carne» (véase Romanos 7:5)[4]. Shaúl podría estar pensando de todo el cuerpo físico como el «prepucio» del espíritu humano del creyente. El cuerpo del creyente será «removido»: va a morir; pero debido a que él está unido al Mashíaj será reemplazado por un cuerpo espiritual como el de Ieshúa (Véase 1 Corintios 15:45-49)[5]

 

Antes de esta «circuncisión», estabais muertos (comparar Efesios 2:1-3, Romanos 6:2)[6]. Pero fuisteis levantados junto con él por la fidelidad de Elohim que trabajó cuando levantó a Ieshúa de entre los muertos. Esto es equivalente a la promesa de Romanos 8:11, que 

 

«si el Espíritu de aquel que ha levantado a Ieshúa de entre los muertos está viviendo en vosotros, entonces, aquel que ha levantado al Mashíaj Ieshúa de entre los muertos también dará vida a vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que vive en ustedes.» 

 

La mayoría de los traductores y comentaristas entienden este pasaje de forma diferente; la Revised Standard Version es típica: «…fuisteis… levantados con él por tu fe en el poder de Elohim, que lo levantó de entre los muertos.» Esto atribuye tu ser levantado a tu fe, no a la de fidelidad de Elohim. Mis razones para traducir como lo hago son las mismas que en Romanos 3:22: «fe (la fidelidad) de Elohim» debe ser entendido gramaticalmente como un genitivo subjetivo. Pero de esto hablaremos más despacio algún día, beezrat HaShem.

 

También fuisteis resucitados. Utilizando el pretérito Shaúl expresa que tan cierto es que Elohim, en su fidelidad, cumplirá su promesa para resucitar a los creyentes. 

 

Esto no dice que la vieja naturaleza de un creyente no tiene alguna influencia sobre él en adelante, sino que él se puede gobernar. En la tradicional terminología rabínica, el ietzer hará («inclinación al mal») con el que nace una persona no necesita dominar el ietzer hatov («buena inclinación»; véase Romanos 5:12-21, 8:1-13). 

 

Cuando estos versos se utilizan para demostrar que los judíos mesiánicos, es decir los bené Iehudah, no deben tener sus hijos circuncidados, se está utilizando la metáfora de la circuncisión espiritual más allá de su propia fuerza. Los versos no dicen que la circuncisión espiritual ha reemplazado a la circuncisión física para los bené Iehudah, sino que los gentiles, bené Avraham, son miembros con plenos derechos del pueblo de Elohim por confiar en Elohim y en su Mesías Ieshúa, aun cuando no hayan tomado literalmente los tres pasos necesarios para la conversión al judaísmo no mesiánico. Los versos no dicen nada acerca de si el berit milah es requerido, prohibido, o una cuestión de elección personal para los judíos mesiánicos o bené Iehudah. El verso se está refiriendo a los gentiles que por la fe obediente en el Eterno y en su Mashíaj, el Eterno en la circuncisión de su Mashíaj, los acepta como parte del pacto establecido por El, no por hombres. 

 

Este es el único pasaje en el Nuevo Testamento, donde la circuncisión se identifica con la inmersión (es decir, con el bautismo;). Shaúl hace esta identificación porque, como se explicó anteriormente, él está hablando bajo los parámetros de los requerimientos para la iniciación judía y pretende asegurarles a los creyentes gentiles que son plenamente iniciados como miembros del pueblo de Elohim. Pero la comparación es con el proselitismo de los gentiles en el judaísmo, no con el berit milah para los hijos de padres judíos. No es que la inmersión ha reemplazado a la circuncisión, de modo que los bené Iehudah o judíos mesiánicos deben bautizar a sus hijos de bebés en lugar de tener un berit milah para ellos. Más bien, es que, espiritualmente, los tres requisitos de iniciación para el prosélito gentil: la circuncisión, la inmersión y el sacrificio — se cumplen cuando uno confía en y está unido con Ieshúa. 

 

Ieshúa hace una circuncisión espiritual del corazón, de las orejas y de los labios. Se lleva a cabo en el momento de la inmersión física en el agua, que es también una inmersión espiritual por y en el Mashíaj, una unión con él en su muerte (fuisteis enterrados juntamente con él; comparar Romanos 6:2). Esta unión continúa en la actualidad y en el futuro, culminando en la resurrección (fuisteis levantados junto con él). El elemento de sacrificio entra en el debate de su ejecución que se hace en un madero en los vv 1415. No hay ninguna clara línea divisoria entre estos tres elementos del proceso de conversión; para Shaúl todos tres son uno. Al igual que con el trámite de hacer prosélitos hacia el judaísmo, los tres requisitos representan un único evento espiritual, entrar en el pueblo de Elohim.

 

Verso 13b Elohim os ha dado vida junto con el Mashíaj perdonando todos vuestros pecados. Esto conecta la inmersión con el sacrificio y los vv 14-15 explican cómo, por la muerte del Mashíaj en nombre de todos, Elohim pudo hacerlo. 

 

Verso 14 Cuando un criminal era ejecutado en un madero, era costumbre clavar una lista de sus crímenes en el madero; un ejemplo es el título colocado por encima de la cabeza de Ieshúa (Iojanán 19:19-22). Algunos intérpretes toman este verso en el sentido de que Elohim removió no los cargos contra pecadores sino la Torah misma. En vez de repetir los muchos argumentos contra este punto de vista, remito al lector a Romanos 9:30-10:10; Gálatas 2:16, 3:23; Efesios 2:15.

 

En consecuencia, según estos pasajes, a los bené Iehudah no se les ha quitado la mitzvah de efectuar el rito físico de la circuncisión, pero se insiste que esta es incompleta si no se llega a una circuncisión del corazón de entrega, consagración y amor al Eterno. Pero también se enseña que los bené Avraham al aceptar al Elohim de Israel a través de Ieshúa como el Mashíaj de Israel cumplen con los tres requisitos espirituales exigidos para entrar en el pueblo de Israel, en particular con el requisito de la circuncisión espiritual, del corazón quedando exentos de la circuncisión física.

 

En otros estudios se verá que, aunque no quedan obligados a la circuncisión física para hacer parte de Israel, del Israel de Elohim, tampoco quedan prohibidos de hacerla si el Eterno los llama expresamente a ello. De esta forma la circuncisión física es una mitzvah que no es universal sino nacional y los bené Avraham, aunque hacen parte de Israel, mientras no tomen la circuncisión física no podrán participar de los derechos o promesas de Israel como nación, como por ejemplo, tener herencia en la nación de Israel, pero en las demás promesas tendrán parte[7]

 

Alabado sea el Eterno por su gracia y misericordia para los bené Iehudah y bené Abraham.

 

 

[1] Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Adonai, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Adonai sobre Avraham lo que ha hablado acerca de él.

[2] Romanos 3:1-2 ¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión?  2 Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Elohim.

 

[3] Romanos 9:4-5 que son israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas; 5 (VIN2011) de ellos son los patriarcas; y del linaje de ellos proviene el Mashíaj, quien está sobre todas las cosas. Bendito sea Elohim por los siglos. Amén.

[4] Romanos 7:5 Porque cuando estábamos viviendo según nuestra naturaleza vieja, las pasiones conectadas con pecados trabajaron a través de la Torah en nuestras varias partes, con el resultado que produjimos fruto para muerte.

RV60 Rom 7:5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.

[5] 1Cor 15:45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adam alma viviente; el postrer Adam, espíritu vivificante. 46 Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. 47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. 48 Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. 49 Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.

[6] Ef 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

[7] Por otra parte, la actual organización de Israel como nación en este olam haze, ha restringido la ciudadanía de Israel al que no haga conversión por el judaísmo ortodoxo. Esto es comprensible, pues se trata de la soberanía de cada nación. Pero es asunto de hombres. Lo que es asunto del Eterno, es que el Bene Abraham, ya desde ahora hace parte de Israel, en lo que concierne a las bendiciones y promesas espirituales dadas por el Eterno a Israel. No hay que esperar al Olam Haba.