Parashat Terumah

La carta a los hebreos, en realidad es una carta a los judíos creyentes en Ieshúa, en otras palabras, es una carta dirigida a los judíos mesiánicos del siglo primero. Por eso uno de los temas tratados en esa carta es el Tabernáculo y sus componentes, entre ellos, el Arca. Veamos el siguiente texto:

«El cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aharón que reverdeció, y las tablas del pacto.»

(Hebreos 9:4)

Se está hablando del Lugar Santísimo y se dice que el Lugar Santísimo tenía “asociado” un incensario de oro y el arca.

Antes de proseguir con un estudio que nos consuele, nos exhorte y nos edifique, caigamos en la cuenta de un aspecto exegético. Algunos antimesiánicos nos dicen que aquí el autor de la carta se equivocó al hablar de que el incensario de oro estuviera en el Lugar Santísimo y, por tanto, que la carta no es inspirada por el Eterno. Bien el texto griego en que tenemos esta carta, aunque ya se encontró el texto hebreo que la iglesia romana tenía oculto en una biblioteca y del cual esperamos algún día dar a conocer más a todos los hermanos, no dice de ninguna manera que el incensario de oro estuviera en el Lugar Santísimo, dentro del Lugar Santísimo, sino que el Lugar Santísimo tenía “asociado” a él el incensario de oro. El Sumo Sacerdote no podía entrar en Iom Kipur al Lugar Santísimo si no era con un incensario de oro llenando todo el lugar con nubes de incienso. Esta es la relación del incensario de oro con el Lugar Santísimo. No que esté en el Lugar Santísimo, sino que es el instrumento sin el cual el Sumo Sacerdote no podía entrar al Lugar Santísimo. El texto griego no dice que el incensario de oro “está en, ἐστιν ἐν, éstin en” el Lugar Santísimo, sino que el Lugar Santísimo “tenía, ἔχουσαéxusa” (asociado) el incensario de oro.

Aclarado este punto, prosigamos, ahora sí, con nuestro estudio. Dentro del Lugar Santísimo estaba el Arca del Pacto.

«Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio.»

(Shemot 25:10- 22)

En esta Arca estaba el tazón de oro conteniendo una muestra del maná del cual se alimentaron los israelitas por cuarenta años en el desierto

«Y dijo Mosheh a Aharón: Toma una vasija y pon en ella un gomer de maná, y ponlo delante de IHWH, para que sea guardado para vuestros descendientes. Y Aharón lo puso delante del Testimonio para guardarlo, como IHWH lo mandó a Mosheh»

(Shemot 16:33-34).

Estaba también la vara de Aharón, la rama seca de almendro que floreció de la noche a la mañana como un símbolo a Qóraj y a sus rebeldes de que Mosheh y Aharón eran los representantes autorizados del Eterno.

«Y IHWH dijo a Mosheh: Vuelve la vara de Aharón delante del testimonio, para que se guarde por señal a los hijos rebeldes.»

(Bemidbar 17:25 (17:10))

Y estaba en ella, en tercer lugar, el segundo par de las tablas en piedra del Pacto que Mosheh bajó del monte Sinaí.

«En aquel tiempo IHWH me dijo: Lábrate dos tablas de piedra como las primeras, y sube a mí al monte, y hazte un arca de madera; y escribiré en aquellas tablas las palabras que estaban en las primeras tablas que quebraste; y las pondrás en el arca. E hice un arca de madera de acacia, y labré dos tablas de piedra como las primeras, y subí al monte con las dos tablas en mi mano. Y escribió en las tablas conforme a la primera escritura, los diez mandamientos que IHWH os había hablado en el monte de en medio del fuego, el día de la asamblea; y me las dio IHWH.Y volví y descendí del monte, y puse las tablas en el arca que había hecho; y allí están, como IHWH me mandó.»

(Shemot 34:1-4,28-29; Devarim 10:1-5)

Estas tablas estuvieron en el Templo de Salomón.

En el arca no había más que las dos tablas que Mosheh había puesto en Horeb, con las cuales IHWH había hecho pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de Egipto

(Dibré Haiamim Bet, 2 Crónicas 5:10)

Pero desaparecieron más tarde, quizás en el tiempo del exilio babilónico (587 a.E.C.) Así que el Arca contuvo maná, la vara de Aharón y las Tablas del Pacto. El maná nos habla de alimento. La palabra del Eterno, la Torah, las Tablas del Pacto encerradas en el Arca es el alimento espiritual para nuestras vidas. Como está escrito:

«No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de Eloha»

(Devarim 8:3).

Pero el Arca también tenía la vara de Aharón que reverdeció. El madero secó recobró vida. El alimento da la vida. El maná que es la comida, está junto a la vara con vida. El maná da vida. La Palabra del Eterno no solo alimenta, sino que da vida.

Aquí están las tres cosas claves para tu vida. Las Tablas del Pacto que es la Palabra del Eterno, que te alimenta y que te da vida. Si tienes hambre y tu vida desfallece, acude a la Palabra del Eterno que te alimenta y da vida.

«Y el Templo de Eloha fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo.»

(Revelaciones 11:19)

El arca terrenal, inicialmente, fue guardada detrás de la cortina del Tabernáculo y más tarde en el Lugar Santísimo en el Templo de Salomón. Posteriormente parece que el cofre fue removido por Shishaq, rey de Egipto, cuando al quinto año del rey Roboam subió Shishaq rey de Egipto contra Jerusalén, y tomó los tesoros de la casa de IHWH (Melajim alef, 1 Reyes, 14:25), o fue destruida con el Templo por los babilonios, como pudiera deducirse de la profecía de Irmeiahu antes del exilio babilónico:

«En esos días, dice IHWH, no se dirá más: Arca del pacto de IHWH; ni vendrá al pensamiento, ni se acordarán de ella, ni la echarán de menos, ni se hará otra.»

(Jeremías 3:16)

Por otro lado, las narrativas extrabíblicas nos dicen que el Arca fue ocultada “en su lugar” (Talmud, Ioma 53b) o en algún lugar. Iomá 52b dice que fue el rey Ioshiiahu (Josías) quien la ocultó.

Pero en los deuterocanónicos, 2 Macabeos 2:4-8* nos dice que Irmeiahu (Jeremías) rescató el Arca y la trajo a una cueva en el monte Sinaí para ser preservada hasta que Eloha reúna a su pueblo en los tiempos mesiánicos. Así que la mención del Arca en este verso de Revelación concuerda con esta tradición. Si el Arca terrenal simbolizaba la presencia de Eloha guiando a su pueblo, la aparición del Arca celestial simboliza que Eloha está a punto de cumplir con el resto de sus pactos prometidos. En los tiempos mesiánicos se cumplirá esta profecía. Tendremos la oportunidad de ver el Arca celestial, mientras que el arca terrenal se mantuvo oculta en el Templo. Con la llegada del Mesías, serás alimentado de nuevo con maná del cielo y entonces tendrás vida eterna y la presencia del Eterno estará contigo para siempre. Mientras tanto busca que el Arca sea una realidad espiritual en tu vida. Aférrate al estudio de la Palabra y de la Torah (las Tablas del Pacto), lo cual será tu alimento (maná) y producirá en ti vida nueva como sucedió con la vara seca de Aharón. Que tu vida seca, sea hoy transformada en una vida renovada por el poder de la palabra del Eterno.

Shabat Shalom!

 
 
 
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*“[4] también estaba en el escrito que el Profeta, habiendo recibido un oráculo, ordenó que la tienda y el arca siguieran con él, y que salió a la montaña donde Moisés había subido y había visto la herencia de Dios. [5] y Jeremías vino y encontró una cueva, y trajo allí la tienda y el arca y el altar de incienso, y selló la entrada. [6] algunos de los que le siguieron se acercaron para marcar el camino, pero no pudieron encontrarlo. [7] cuando Jeremías se enteró de ello, los reprendió y declaró: «el lugar será desconocido hasta que Dios reúna a su pueblo de nuevo y muestre su misericordia. [8] y entonces el Señor revelará estas cosas, y la gloria del Señor y la nube aparecerán, como fueron mostradas en el caso de Moisés, y como Salomón pidió que el lugar fuera especialmente consagrado”.